Hola a todos pequeños roedores, aquí un post más, unos gramos menos.
Ayer noche (o de madrugada según se mire), estuve mirando el coloquio del Compasión Forum que tuvo lugar en Pennsylvania. Puajjjj. Ese podría ser el resumen más preciso y acertado a mí entender de lo que se desarrolló en ese forum. No acabé de verlo, en parte por que era muy tarde –a las 3:00 CET aún seguía– y por otro lado no aguantaba más las barbaridades y las preguntas más innecesarias que pueden hacerse a un político. De hecho este forum muy necesario tampoco es que sea. John McCain declinó asistir al acto, ante el asombro de muchos evangélicos, (comunidad dividida en el apoyo al candidato republicano).
Noventa minutos en dos turnos, primero la senadora Clinton y después el senador Obama, sobre la fe y los valores, la moralidad y la ética. Con más y más reverendos preguntando sobre cuestiones que no deberías ser objeto de debate en una democracia avanzada (prohibición del aborto, fomento de la abstinencia, preservativos en los institutos, etc).
Ante un aforo en el que había líderes evangélicos como para parar un tren; la pregunta más prescindible de la noche se la formularon a Hillary; ¿Crees que Dios quiere que seas presidenta? BRAVO BRAVO! Pues ya está mira que fácil, le preguntamos a Dios y ya está, (supongo que al cristiano, pero quizás en el cielo voten los dioses a ver quien decide, o se lo juegan al póquer, vete tú a saber). ¿Para qué hacer elecciones? Lo que diga Él y ya está. Mira que es sencillo. O mejor aún, implantemos una teocracia mundial, nada de andarse con chiquillas, hagámoslo a lo grande. Reitero mi análisis inicial: Puaj.
A Obama le insistieron bastante sobre su reflexión (la ya famosa “bitter”). En algún momento u otro tenía que pasarle. Al decir de tanto en tanto verdades como puños, pues mucha gente se ofende, prefiere tender la venda puesta a enfrentarse a la realidad, y matizó sus palabras. Barack expuso recientemente que: “mucha gente de clase trabajadora siente amargura ante la situación económica actual y por ello se aferran a las armas, al discurso anti-inmigración, en contra del comercio internacional y se refugian en Dios como una manera de expresar su frustración.” También sorprendente es el apoyo incondicional de Hillary Clinton al derecho a las armas en el país. Un derecho que su marido limitó y controló siendo presidente.
Tendremos que seguir atentos a ver que emperador global sale elegido en noviembre.
Saludos!